En contestación o continuación al post de Sergio "¿Qué pasa con nosotros?":
Aquí en tierras "ibéricas" yo creo que las cosas van cambiando, eso sí, a la velocidad de la luz que entra en un cuarto de revelado...
Obviamente yo sólo puedo hablar de los sectores que conozco personalmente, y aquellos en los que mis allegados me mantienen informado.
Se deba al estado del mercado de trabajo o al cambio de cultura empresarial, el caso es que se van viendo cambios en las políticas de motivación e incentivos de personal. No nos equivoquemos, motivación de un empleado no es darle dinero o subirle el sueldo (que también), son muchas otras cosas y detalles (pequeños en la mayoría de las ocasiones).
En mi propia empresa, antes del verano, y a petición personal del "dire", se organizó un grupo de trabajo representativo de todo el capital humano de la misma para estudiar "nosotros mismos" qué echamos en falta, qué haríamos, cómo mejoraríamos nuestro entorno laboral, etc.
Unos meses después, parece que se van viendo resultados. Enhorabuena.
Por desgracia, mi empresa es un tanto particular, y aun así, un hecho tan simple como "dar las gracias" por un trabajo bien hecho, por unos minutos de más (ya no hablamos de horas), etc. sigue siendo, para determinadas personas, la representación psicológica de "rebajarse" a alguien "por debajo en la escala".
No quiero ni hablar del hecho de pedir opinión, a pesar de que "el chavalito" te da mil vueltas sobre el tema que se discute.
También se de este tipo de reuniones en otras empresas (que yo recuerde ahora de memoria 3 diferentes) en tiempo y forma bastante parecidas.
Pero ojo, no disparemos tan alto. Sergio comenta en su post:
Hace poco mi jefe me preguntaba que podíamos hacer para mejorar el rendimiento del equipo de trabajo en España, me preguntó si no se les podía motivar regalándoles entradas para un partido del Real Madrid, un concierto, o para ir al cine. No fue fácil explicar por qué eso en España no se hace y me dio bastante vergüenza. Sentí como si viniera del tercer mundo, ese al que decimos no pertenecer.
A lo cual, lo único que cabe decir es: sí, somos así.
Probablemente, si regalas un par de entradas de cine en mi empresa, o entradas para el basket (para el Estudiantes, claro), o algo así... seguro que se oiría:
"Prefiero que me de el dinero y ya elegiré yo donde me lo gasto", ó "seguro que eran para él pero no puede ir y no sabe lo que hacer con las entradas" ó "se las habrán regalado".
Como alguno de vosotros sabe, ahora mismo estoy de "externo" en un cliente, el cual, hace unos días, mandó un correo a mis jefes y a mí, agradeciendo y felicitando mi trabajo. Unos días después, el "dire" de mi empresa me mandó un mail felicitándome de nuevo y haciendo sabedores de esta felicitación a los jefes de proyecto. ESTO ES MOTIVACIÓN. Tanto por parte del cliente como por parte de mi propia empresa.
Me llamó de forma inmediata un compañero y amigo por teléfono y me dijo "bueno, no es pasta, pero no está mal ¿no?". efectivamente, no está nada mal.
Sergio, de veras, creo que las cosas están cambiando, pero no vuelvas hasta dentro de unos 20 años o estarás corriendo el riesgo de sufrir un shock.
Un abrazo !!!!.
1 comentario:
Me alegro Jose, en serio, la verdad es que no tienen ni idea de lo que nos llegan unas simples "gracias", lo cual no deja de ser triste por otro lado... Si te paras a pensarlo, lo triste es que este tema en España de para que tu y yo escribamos en nuestro blog; que sea noticia cuando una empresa empieza a cambiar; que esté en mil sitios más escrito y que sea un tercio de las "conversaciones de cafe" en el trabajo.
Me apuesto el cuello que todavía estaréis muy por detrás del trato al empleado que se da en Microsoft aqui en Redmond (lo último son autocares gratuitos con wi-fi), pero no se puede negar que es esperanzador ver que se van dando algunos pasos adelante en este sentido.
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